sábado, 1 de agosto de 2009

La prisa mata!!

Vuelvo del desierto con una sensación que queda difusa entre el cansancio y los cambios de temperatura, pero tengo una cosa muy clara, y es que no me arrepiento para nada de vivir esta experiencia, que ya considero inolvidable.

Hace muchísimo tiempo que quería ir a Marruecos, ganas acentuadas cada vez más por la influencia árabe que ha marcado mi vida en los últimos años. Por fin lo he conseguido!! Aunque no creía que fuera a ser de esta manera, me alegro de que haya sido así. No he visto Fez, ni Marrakech, ni Rabat, ni he estado en las playas de Essaouira o Agadir, pero me quedo con Chaouen (que inspira las canciones de mi cantante preferido, el pueblo y sus sustancias, jaja) y con el desierto.


Me quedo con mis niñas que me han robado el corazón, con la risa de Moussa que no pasa indiferente y la emoción, el entusiasmo y la alegría que pone cuando entona sus canciones ilusionado soñando con poder algún día tocar profesionalmente, camino que le queda muy lejos, desgraciadamente.



Me quedo con los cielos plagados de estrellas, con la luna (que se hizo de rogar) y el recuerdo de esperar cabeceando a que pasase la estrella fugaz para pedirle el deseo que se me había ocurrido a última hora, las risas con el genio de la lámpara antes de dormir en el suelo, con las chicas.



Me quedo con la tranquilidad del desierto, con las dunas, con las guitarras de "De Paloma" y Moussa sobre la arena y a la luz de la luna, con el ruido de las pisadas de los camellos al atardecer, con la serenidad de no tener nada alrededor, con la fusión entre djembes y guitarras (sin ellas no habría sido lo mismo), con el té con ron (a falta de hielo......), con la forma de vida que tienen allí, la forma en que viven el día a día teniendo en cuenta siempre que "la prisa mata".

Me quedo con las miradas llenas de agradecimiento, con la danza del camello, con la vitalidad de la señora anciana (admirable), con la acogida de las gentes del pueblo, con las siestas con los pies dentro de la fuente, con el viaje en furgoneta a toda caña por el desierto y las carreras (incluso las de camellos)!


Y por supuesto, con el grupo de gente con la que he ido, por el buen rollo que se respiraba, porque esto sin ellos no habría sido lo mismo. Seguro que me dejo muchas cosas!!


Y estas si que son las mías.

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