
Actualmente me encuentro en una cómoda fase de "somos amigos y nos comportaremos como tales" (al menos hasta que encuentre a alguien que me salte las alarmas de verdad). Esta etapa conlleva claramente un descenso de actividad sexual, pero un claro aumento de autoestima; "porque yo lo valgo" y una nominación clara al Premio Nobel de la dignidad y la integridad física y moral.
No siempre es fácil, porque la carne es débil y más si se agrava sumándole, premeditación (sí, algunas somos así de cabronas), alevosía (entendida esta como aprovechamiento en una situación de indefensión) y nocturnidad (con lo que esta conlleva de antemano).
Porque basta ya de conformarse por no estar sola, de ser el perrillo faldero de nadie y de dejar de hacer lo que queremos por satisfacer los deseos de aquellos que realmente no nos valoran como merecemos.
Porque basta ya de conformarse por no estar sola, de ser el perrillo faldero de nadie y de dejar de hacer lo que queremos por satisfacer los deseos de aquellos que realmente no nos valoran como merecemos.
De momento yo seguiré haciendo cobras, abrazos de koala y contemplando lemures.
Este monólogo de Fabio Posca, explica claramente lo que quiero decir;
Me pregunto, qué carajo hice mal? Fuimos al cine, nos cagamos de risa, pasamos horas tomando café... A partir de que café nos hicimos amigos? Del quinto? Del sexto? Mierda, eso se avisa. Uno menos, y ahora estaría en la cama conmigo! Para ellas un amigo se rige por las mismas normas que un Tampón: porque podés ir a la piscina con él, montar a caballo, bailar... Lo único que no podes hacer con el, es el amor.
Ella se mete, te pega el culo y te dice: -"Hasta mañana". !Y se duerme! -"La puta madre, como mierda se pudo dormir tan pronto? Pero esta mina no reza, ni nada?"
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