martes, 16 de marzo de 2010

La cobra, el lemur y el koala.

Después de haber pasado prácticamente por todos los estados emocionales propios del amor (y del desamor) y por infinidad de variopintas situaciones sentimentales, tragicomedias, amores platónicos, desengaños, de una de cal y otra de arena y de; ahora sí, eh?? Pues ahora no!

Actualmente me encuentro en una cómoda fase de "somos amigos y nos comportaremos como tales" (al menos hasta que encuentre a alguien que me salte las alarmas de verdad). Esta etapa conlleva claramente un descenso de actividad sexual, pero un claro aumento de autoestima; "porque yo lo valgo" y una nominación clara al Premio Nobel de la dignidad y la integridad física y moral.
No siempre es fácil, porque la carne es débil y más si se agrava sumándole, premeditación (sí, algunas somos así de cabronas), alevosía (entendida esta como aprovechamiento en una situación de indefensión) y nocturnidad (con lo que esta conlleva de antemano).

Porque basta ya de conformarse por no estar sola, de ser el perrillo faldero de nadie y de dejar de hacer lo que queremos por satisfacer los deseos de aquellos que realmente no nos valoran como merecemos.

De momento yo seguiré haciendo cobras, abrazos de koala y contemplando lemures.






Este monólogo de Fabio Posca, explica claramente lo que quiero decir;

Me pregunto, qué carajo hice mal? Fuimos al cine, nos cagamos de risa, pasamos horas tomando café... A partir de que café nos hicimos amigos? Del quinto? Del sexto? Mierda, eso se avisa. Uno menos, y ahora estaría en la cama conmigo! Para ellas un amigo se rige por las mismas normas que un Tampón: porque podés ir a la piscina con él, montar a caballo, bailar... Lo único que no podes hacer con el, es el amor.

Ella se mete, te pega el culo y te dice: -"Hasta mañana". !Y se duerme! -"La puta madre, como mierda se pudo dormir tan pronto? Pero esta mina no reza, ni nada?"

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