viernes, 9 de abril de 2010

Esta vez duele.

Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos. (Jacinto Benavente)


Soy consciente de que en los tiempos que corren y teniendo en cuenta el difícil acceso al mercado laboral de los profesionales de mi rama, no debería quejarme en absoluto de mi situación laboral. Empezando porque el trabajo me gusta mucho, me siento realizada y no es que haya mal ambiente de forma continuada....... Pero hay días que lo mandaría todo al carajo y le haría a más de uno tragarse unas cuantas palabras y le diría cuatro cosas que le iban a hacer ver de una vez la viga que tiene en el ojo, la cual no ve por concentrarse en buscar la paja en los ojos ajenos.

Es tal la sensación de rabia e impotencia que siento ante muchas injusticias, que en ocasiones creo que mi paciencia se va a agotar y que por fin voy a soltar todas las verdades que parece que algunos no quieren oir, ni mucho menos reconocer.


Porque estoy cansada, realmente cansada de que me atribuyan errores que no he cometido, de aceptarlos y de tener que soportar reprimendas y resentimientos de esos errores hacía mi persona, cada vez que se atisba que pueda volver a pasar.

Porque no tolero que se rían de mí, tergiversen y pongan en entredicho mis palabras. Qué se omitan comentarios , se añadan nuevos y se me reprochen acciones que no he cometido.

Porque, evidentemente yo también cometo errores, por supuesto, pero los reconozco, les pongo remedio, pido perdón y los asumo como propios. No tengo porque soportar que se me recuerden constantemente como defensa ante los errores cometidos por los demás.

Aún así todo eso puede llegar a ser insignificante pasados unos minutos, unas horas o unos días. Pero lo que no voy a tolerar en ningún momento es que nadie, tenga la suficiente maldad, crueldad y mezquindad, de utilizar las desgracias ajenas en su propio beneficio, con la única satisfacción de llenarse de razón.

Yo hoy me quedo con esta frase de B. Pérez Galdós;

El mal, en cualquier forma que tome dentro de lo humano, no tiene significación alguna para una alma fuerte, aplomada y segura de sí misma.

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