lunes, 9 de junio de 2014

Y deja de merecer la pena...


Son las típicas cosas que dejas pasar cuando aún estás enamorado o porque simplemente la quieres. Cosas pequeñas (o no tanto), que te van clavando sus colmillos y te van rompiendo la ropa del alma, arañazos en las banderas de la monotonía que van dejando la tela de tu vida cada vez más rota, cada vez más agujereada, hasta que ya no ves la figura hermosa que había estampada en ella. Sé que esta es una metáfora extraña, pero esto es lo que sucede a menudo en multitud de relaciones y lo que hace que dejen de merecer la pena.

Nota a pie de página, Marwan

1 comentario: